Para Antonella

Comencemos de nuevo robándonos el primer beso, 

De nuevo con 12 14 16 años, 

Antes de los gritos, 

Antes de las crisis, 

Durante los abrazos. 

En aquél momento, 

Cuándo desgarraba tus labios a besos, 

Cuando dormía entre tus senos. 

Perdón por decir te amo, 

En vano, 

O muy temprano. 

Volvamos al tiempo muerto, 

Donde todo era nuestro, 

Donde entre nosotros podíamos ser honestos, 

Sin tener que mostrar un perfil tieso, 

O un semblante siniestro, 

Antes de desconocernos, 

Y rechazarnos entre recuerdos. 

¿Nunca han tenido ese sentimiento de admiración al cielo? 

Cómo si estuvieras soñando despierto, 

Ante la inconmensurable inmensidad, 

Imponente adversidad, 

De una vista sin igual. 

¿No se han sentido pequeños, 

Debajo de este enorme cielo? 

¿Contado o imaginado, 

Todos sus metros de alto? 

¿No se han sentido atraídos, 

Por la idea de caer del último piso? 

Y caer y volar, 

O tal vez, 

Flotar y nadar. 

Me confieso que por vos me he sentido perdido, 

Bajo este azul hundido, 

Entre tus sombras confundido, 

Cada vez que te miro, 

Yo siempre digo. 

Mi cielo tu eres hermosa, 

Lo digo entre lágrimas, 

Y sonrisas sin artimañas, 

Mi cielo tú me elevas de mi piso estable, 

Como decirte, 

Cuanto más marte, 

Mi cielo mi techo, 

Mi refugio de este mundo maltrecho.