Para Oriana.
Como el recto paso del tiempo en una brisa perdida,
Extraviado nunca parare de buscar.
Ataviado buscando pistas en el cielo y el mar
En la arena y en la sal.
Aunque mi cruzada me lleve más allá del profundo de tu mirada,
Y mi camino tome dos mil y una noche, y ningún día,
Caminare,
Y sin guía,
Desesperare.
Día 1935 de esta balada de pesar,
Mi sanidad mental se ha ido a volar,
Sin arrepentimientos se ha marchado sin más,
Sin mirar atrás o saludar,
Extraviado buscaré,
Entre tinieblas y lágrimas,
Penumbras y animas.
¡oh! Ciervo cuerpo celeste no me dejes desamparado,
¡Ay! Tiempo escurridizo trátame dulcemente,
Ciervo guíame y conviértete en mi hado,
Tiempo acaríciame pacientemente,
Un mapa planten en mi mente,
Que me lleven a tu perdón nuevamente.



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